lunes, 17 de junio de 2013

Y al final, el Rojo se fue...

Y al final el malo de la película muere. Se hace justicia. El público que abonó su entrada se va satisfecho a sus hogares, porque lo que vino a ver, la imagen del villano vencido se cumplió. Se encienden las luces de la sala, la gente comienza a salir de ese estado en el que pierde la realidad, se estira, se despereza. Revisa la debajo de la butaca, observa al rededor, se sacude el resto de pochoclo adherido a la ropa y abandona la sala, con los títulos todavía desplazándose por la pantalla. El espectador se va. Se escuchan algunos comentarios.
Lágrimas en los ojos. Abrazos, gente que busca explicaciones en el cielo. Miradas fijas, inmóbiles, impávidos, estupefactos, atónitos. Miles de hinchas abrazos por el dolor, cargados de lamentos y desbordantes de bronca. Algo así deben de haberse sentido los hinchas de Independiente. No me alegra el dolor ajeno. No me agrada el sufrimiento del rival. Pero en algún lugar dentro mío siento que no es malo probar el sabor amargo del que te mofaste alguna y varias o muchas veces. Lo lamento. Nunca le deseo el mal ni el dolor al prójimo. Independiente perdió la categoría como consecuencia de constantes desaciertos dirigenciales. Ahora deberá volver como el ave Fénix. Luchar y sufrir. Transitar el camino con dolor, así tal cual como se curan la heridas, con dolor, con sacrificio, con sufrimiento. Hay recompensa al final del camino, pero no es un sendero de rosas, ni mucho menos. Rojo volvé. Pero no solo eso, no le des lugar otra vez al error, no te equivoques, por el bien del fútbol argentino, no le des lugar a los Comparada que te arrastraro hasta el fondo del océano. Nunca más deberías cometer esos groseros errores que mancharon tu nombre, así como tampoco deberías burlarte de los que alguna vez nos fuimos a la B.
Como en una película de terror que recién comienza, el corazón parece salir del pecho, y con esa misma adrenalina deberás jugar cada partido, como si fuera el último. Otra película está por comenzar, tal como lo hacemos con los chicos, elegimos la sala, buscamos la mejor ubicación, el horario más conveniente, las butacas centrales y más alejadas de la pantalla, para disfrutrar la película. Disfrutá del torneo, jugalo con toda la garra, tratá de poner toda la humildad posible, apagá el celular, hundite en la butaca, que otra función está por comenzar, las luces se apagan, aspirá hondo, persignate mirando al cielo celeste y blanco, disponete a jugar al futbol, comienza otra función. Habrán muchos partidos más, muchos campeonatos más tantos, como películas habrá. Comienza la función. Suena el silbato, arranca el partido, disfrute de la pelicula.

lunes, 6 de agosto de 2012

Soja u olivo

Vaya dilema que se plantea. La tan mentada soja, culpable de tantas discusiones, egoísmos expuestos, mezquindades, todos hablan de ella como la reina, algunos la tratan de yuyo maldito y otros de mentora de los grandes avances económicos argentinos. En fin, no es ese el tema que quiero tratar, quiero ir un poco más a la superficie. El planteo que quiero exponer es el siguiente: la soja trae resultados a corto plazo, siembro y a los pocos meses recojo el fruto (dólares), sin embargo en el caso del olivo, siembro y tengo que esperar 7 años (días más, días menos) para empezar a cosechar el verde fruto. Sin embargo una planta puede dar frutos durante 200 o 300 años. La soja... en cambio tengo que volver a plantar al siguiente ciclo.
Quizás la sabiduría de la paciencia tiene premio, y es ahí donde deberíamos refugiarnos, en la paciencia, en la serenidad de un campo de olivos, imagino (no conozco ninguno, pero se que voy a visitar alguno, pronto) que hay aves, no debe haber tanto agroquímico despilfarrado por ahí, más trabajo manual que mega máquinas cosechando día y noche, con la avidez de un compulsivo que busca saciar su necesidad. Es cierto, la soja tiene resultados yá, ahora. Pero castiga a los suelos. El olivo allí paciente, "eterno". Testigo mudo, nos  contará su verdad. Soy más fan (me gusta) del olivo que de la soja. Voto por la paciencia que por los arrebatos impulsivos adolecentes de la soja. Esa es mi imagen, cuando la racionalidad le comienza a ganar a los impulsos es que nos estamos poniendo mas viejos. Allí voy. Sin ser demasiado racional y conservando intacto los impulsos incontrolables de aquella adolecencia que se niega abandonarme, siento que disfruto mucho de una buena aceituna o buen aceite de oliva más que de una insulsa milanesa de soja. El dilema, olivo o soja. Paciencia. Ahi esta el secreto.

martes, 17 de julio de 2012

Una parada, muchas alegrias...

Soy habitante del conurbano bonaerense (para quienes no viven por acá, eso significa que vivo en la provincia de Buenos Aires, Republica Argentina) y ususario de las líneas de colectivos que transitan esta zona. Mi trayecto habitual es desde Florida hasta Pacheco, ese trayecto es, principalmente, por autopista o colectora. El viaje promedio de ida es de 50 minutos y el de regreso es de 1 hora y un poquito más los viernes. Mi propuesta es la siguiente: vamos a hacer un poco de matemáticas rápidas, sin muchos detalles. Buscamos los números gruesos que nos muestren una realidad.
El colectivo pasa gran parte del tiempo detenido en las bajadas de la autopista, entonces para salvar ese tiempo muerto, propongo que se hagan paradas sobre la traza de la autopista, construyendo una dársena donde puedan detenerse los colectivos sin entorpecer el tránsito. Desde la dársena hacer rampas para acceso para sillas de ruedas o para gente con movilidad reducida.
Evitar que el colectivo baje a una parada fuera de la autopista ahorra tiempo, combustible, desgaste en las unidades, contaminación, posibilidad de accidentes, reduce los embotellamientos, el stress de los choferes, reduce las horas que el trabajador está fuera de su casa (mejorando la calidad de vida), y otras tantas que seguro se me escapan. En las bajadas más conflictivas ( que son básicamente 3 , Marquez, Ruta 202 y Ruta 197 ) un colectvio tarda aproximadamente 5 minutos (en las horas pico, que cada vez son más frecuentes) desde que baja hasta que vuelve a retomar la autopista. Digamos 5 minutos para tomar cifras redondas, de todos modos estoy siendo muy muy generoso, pero solo a modo de cálculo, la idea es mostrar que con muy poco se puede hacer muchísimo. Veamos
Eso signifca que por día, se tarda 30 minutos más en ir y volver del trabajo, si eso lo multiplicamos por 20 (los sábados aunque vayamos a trabajar está un poco más liviano el tránsito) son 600 minutos por mes, y por 11 meses (digamos que entre vacaciones, feriados y otras yerbas) 6600 minutos desperdiciados en embotellamientos y semáforos. Eso significa que cada trabajador que viaja en colectivo, en un tramo relativamente corto, desperdicia 110 horas, que podría dedicarlas a otra cosa. Ahora veamos por el lado del transporte, 110 horas por año por coche, que está en marcha, consumiendo combustible, generando gases contaminantes, ruido ambiental, accidentes en los cruces de rutas y calles, entorpeciendo aún más el tránsito.
Estoy seguro que se podría ahorra muchísima energía (léase combustible que no abunda y no es barato, porque lo pagamos todos los contribuyentes dado que está subsidiado) y se reduciría la contaminación.
Ahora bien, esto requiere de planeamiento y financiación, la duda es: ¿A nadie se le ocurrió? o soy un iluminado que puede ver estas cuestiones y nadie más puede hacerlo. Raro, ¿no?
Básicamente lo que pido es hacer dársenas sobre la autopista, lugar hay, la tecnología para hacerlas, está. Hacer pasarelas, rampas y puentes para que la gente pueda acceder a las paradas. Son solo 6 u 8 puntos conflictivos en toda la traza de la autopista, no es mucho pedir. Y tantos serían un tanto más felices.


jueves, 26 de abril de 2012

Un par de cuadritos

Siento ganas de volver a pintar...  este sábado me voy a tirar a retomar...  a ver si puedo recordar algo que he aprendido o no del maestro Héctor Destefanis. Ver site amigo.

Ahí cuelgo un par de cuadritos que tengo expuestos... en casa ajena.

Pasen y vean, aunque más no fuera, unos oscuros tonos...



Oleo sobre tela 120x80 . Sin título. Presa de aquel mal crónico que sufro desde el minuto cero, de no poder terminar nada. Ni siquiera un cuadro terminado, o casi, no tiene marco. Se utilizo la técnica de los 6 colores, no se si tiene un nombre o no, pero funciona como tal y por lo tanto es más que interesante, sin embargo , no puedo encontrar el 6to color, les dejo la tarea, el color que falta es verde.
Pintado durante 2001/2 cuando comencé a relacionarme con los niños de forma más intensa. El embarazo de Pau es evidente en el muñeco.
Esos oscuros fondos representan exactamente eso, el florero de la misma exacta altura del muñeco, que extraño. La mesa es curva...
Parecen fantasmas los pliegues de la cortina trasera.

Voy a volver a pintar, esta decidido.


Este si tiene firma, lo tuve que firmar porque lo expuse en el museo Sivori. 
Oleo sobre tela 80x60 también a 6 colores. Debo confesar que me gustan tanto cuanto menos colores tengan como los que estan cargadísimos de colores. Esa dualidad extraña.
Otro relacionado con el tema de niños, con Pau embarazada de Luki, había que expresar algo y eso se nota claramente, el muñeco es indiscutidamente centro de escena, ojos que miran, botella y vasos testigos silenciosos de la escena, acá se ve un poco más de luz, tanto delante como detrás.






miércoles, 25 de abril de 2012

Sin comentarios... sin ideas... sin nada

Se que tengo ganas de escribir, pero no tengo ni idea que voy a poner, lo mejor es eso, sin ataduras, libre.
Libro, la feria del libro comenzó, y veo por ahí un libro de Moria Casan, que supongo no lo leería así fuera el único libro editado en la historia. Peor aún, no lo leeria, mucho menos lo regalaría.
Hablando de todo un poco, mi amigaso se separó... que cosa, la vida no?
Yo creo y hace poco noté que es caprichosa como ella sola. Todo el tiempo nos desafía, nos pone a pruebe, nos hace decidir entre dos o más cosas, nos juguetea, siento eso todo el tiempo.
Sin embargo debería sentirme un privilegiado frente a todas las atrocidades que vive la humanidad, guerras, enfermedades, catastrofes, o bien debería sentirme un absoluto perdedor, viendo las mansiones en la revista Caras o ver el barrio donde vive Amado. Estoy a medio camino, más de un lado que del otro. ¿De cual ?. Ni idea. Estoy contento de vivir el momento y el lugar en que me tocó vivir... Hay 3 personas que hacen de mi mundo uno mucho mejor y un puñado que completan la escena de la vida casi perfecta. Otros que ya se han ido y están detrás del decorado, pero los siento presentes. Mi pequeño teatro de la vida, tiene de todo, y obviamente mucho de lo que más me gusta...
Me gustaría que mi teatro, con escenario incluído tuviera influencia en otros tantos escenarios. A veces se puede y a veces no. Amo actuar en esas tablas y me encanta hacer el papel que hago. Hay situaciones que no se manejar, pero bueno, no creo que todos los actores conozcan el 100% de la obra ni mucho menos actúen perfectamente cada escena, deben improvisar mucho , ¿no?.
Que me gustaría que haya en otros escenarios, lo de siempre, justicia, dignidad (cada vez encuentro menos y menos, es increíble ver tanta obsecuencia... no lo puedo creer. Ah sí, claro!!!! que creo que es indigno se obsecuente. Absolutamente. )  criterio, sentido común, autocrítica ( hace mucho que no escucho decir, "me equivoqué", cuando lo digo, me miran con ojos desorbitados... ¿porque?) lealtad (queda poca... señores, la poca que queda úsenla ) verdad ( no hace falta decir mucho ¿no? ).
En mi escenario hay luces y sombras, colores y grises, tonos frios y mucho tonos cálidos. Hay música bien fuerte, magia (amo la magia) , hay un arco de 11, una pelota de fútbol, cochecitos de colección, esos de juguete, hay frío de la mañana, hay comida, hay abrigo, hay pasión por todas las cosas que quiero, hay amigos y amigas, hay corazón, hay alma, hay vida, hay paz. Hay trenes , hay locomotoras, una raqueta, libros, matemáticas, lupa, soldador, placas, hay más música, hay dibujos, fotos y videos, tengo un cuadro frases, esas que acuño y utilizo cuando estoy confundido, hay un cigarro y una botella de whisky, hay perfume a mujer, tengo una pantalla que mira al mundo, y la misma deja al mundo ver el escenario, hay en un rincón una platea de gente mayor, de la que supe escuchar, y me traje las mejores cosas, valores, hay libertad, esta lleno de convicciones muy fuertes que quizás pierdan fuerza a medida que pasa el tiempo, entonces ya dejen de ser convicciones y pasen a ser puntos de vista diferentes.
Otra cosa que no puede faltar es imaginación, creatividad , limitaciones basadas en esas convicciones, experiencias y fotos de juventud... Que sería de mí si hubiera sido invitado a otro escenario, a otro teatro, a otra ciudad...
Esa será, otra historia.



viernes, 20 de enero de 2012

La crisis del matrimonio

Es el hombre escencialmente, ¿monógamo, bígamo, polígamo, solitario, tribal...? creo que esa sola pregunta rompe la idea de matrimonio. O no. Es una institución nacida para fracasar. La idea de tener una pareja por toda la existencia es como ridícula, por lo menos en estos tiempos donde la vida nos ofrece tantas posibilidades, donde las sociedades crecen, se desbordan y se aglutinan por millones. Quizás fue fecunda en algún momento de la historia donde la iglesia necesitó de la idea de tener una pareja estable. Pero hoy como tantos otros modelos ideales se van modificando, parejas gay se casan, 2 mujeres pueden adoptar hijos, se alquilan vientres, y otras tantas que vendrán, propongo también que se disponga por ej. tener encuentros que dejen de ser clandestinos y sean bien vistos. Que no se pene la infidelidad. Que no exista el matrimonio como esta concebido hoy en día. Quiero un cambio, necesito que mi suegra deje de ser mi suegra para ser una señora que conozco y veo a veces, la saludo , hola chau y listo.
Que mi señora no me atormente con comentarios suprefluos, chismosos sobre shoppings u otras yerbas, que me dejen descansar, que me aliente a tener una amante, que incite a que me guste mi vecina. O sin ir más lejos, que me presente una amiga que esté buena.
A partir de esas premisas hoy un poco traída de los pelos, pero que en otros tiempos quizás sean moneda corriente, van a nutrir un nuevo concepto de matrimonio, o unón de pareja.
Voto por una idea revolucionaria, que obviamente yo no la tengo y quiero con estas líneas disparar la discusión sobre la idea actual del matrimonio como lo conocemos y como podemos pensar un futuro mejor, con una sociedad más feliz, justa, diferente para todos.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Fuertes convicciones

Amaneció ese sábado sin nubes, pintaba un hermoso fin de semana, Carlitos se peinó al agua como todos los días, inhaló profundo, miró por la ventana y notó el espléndido día que estaría por venir.
Partió con paso animado hacia el local que estaba justo delante de su casa, el cual oficiaba de cuartel central de la remisería del barrio. Remises Carlitos, bautizó su emprendimiento, sin demasiada imaginación planteó el estandarte de su negocio.
Abrió la puerta, levantó la persiana, dejó que la luz del sol diera vida a su local, rodeado de almanaques y mapas, el techo, gris de diminutas e infinitas manchas negras sobre la base del latex blanco. Se conoce la zona por una mosca con tendencias a defecar sobre superficies blancas. Dicha mosca había sido material de estudio de diferentes universidades y protagonista de extensas horas de documentales, una de las cuales le permitió a Carlitos ser el centro de la escena de un programa de la National Geographic, por escasos e infinitos 2 minutos, el líder de la remisería del pueblo fue el centro de las cámaras, donde relataba las maldiciones que los habitantes del pueblo debían viviar a diario, a causa de las moscas. Carlitos también tenía su propia teoría sobre la mosca y porqué habitaba esa zona y solamente esa zona, cuando tenía un universo entero donde alojarse, eligió ese pueblo.

Carlitos recoradaba aquella entrevista cuando su perdida mirada se posaba sobre la pila de revistas, lideradas por un ejemplar del National Geographic, repasaba en su cabeza aquel momento donde fue el centro de todas las miradas, la gente se abigarraba frente a la remisería, las 12 personas que se congregaron frente al local miraban asombrados los focos de potentes luces y las 2 cámaras hacían foco sobre el rostro de Carlitos.

Mientras recorre aquellos días en su cabeza, espera un llamado, un viaje, algo que lo haga desplazarse en su agrisado ex-blanco Peugeot 504 que había lavado con dedicación el día anterior, pero en el pueblo nada blanco dura más de 2 horas.

Hernán había preparado su bolso minuciosamente, colocó el bronceador, una toalla, la malla, ojotas, una remera por las dudas. Lo habían invitado a pescar embarcado, pero a Hernán no le gusta la pesca, así que iba compartir unos mates, algunos sanguches, unos tragos helados, charlas, videos y fotos.
Fue convocado para sacar fotos, Hernán era conocido por su exquicitez en cuanto a óptica se refiere, así que lo nombraron responsable de la fotografía de las jornadas de pesca. Hernán consideraba que la vista es lo más importante y cuidarla era su única preocupación desde que era niño. Estudió para ótpico y realizaba su trabajo con la mayor dedicación y responsabilidad posible. Amaba cuidar los ojos tanto los suyos como los de sus clientes. Sus ojos eran su vida.
Como amante del cuidado ocular, era un aficionado a la fotografía. Todo cuanto tuviera relación con la óptica él se sentía atraído, envelesado. Hernán un hombre de fuertes convicciones, dificil de cambiar una decisión, un tanto terco, tosudo, sabía que nada en el mundo podría hacerle desistir de su viaje de "pesca" (aunque no pescara) con sus amigos. Nada en el mundo podría arruniarselo. "Si algo podría salir mal, era el tiempo, pero con este día espectacular... ya estaba todo listo para el gran viaje."
Suena la bocina, y Hernán y su inmensa emoción salieron, bolso en mano, saludó a sus amigos desde la ventanilla ausente, el vidrio se había roto la semana anterior.
Abordó el auto que lo llevaría un fin de semana a la costa, el fin de semana. Largos kilómetros a recorrer con el grupo de amigos lo separarían de su domicilio.

Todo se desenvolvió con normalidad durante el viaje, pararon a cargar combustible y siguieron viaje. Llegaron a la costa temprano y el bote ya los estaba esperando. Hernán y el grupo disfrutaban del viento en la cara, el sol, el ruido del motor, los mates, la música del escape, los comentarios y anécdotas.

Cuando Hernán miró hacia la lancha notó algo raro, algo que lo preocupó, le encendió la luz de alerta, el guía tenía unas gafas muy particulares, extrañas , no solo le cubrían los ojos sino que rodeaban toda la parte superior de la cara por sobre la nariz, algo parecido a las máscaras de gas pero menos impactantes. Una vez descendido del auto quedó mirando por largos segundos como buscando una explicación el porque del uso de semejantes gafas.
Hernán camina hacia el baúl del auto que ya estaba levantado, extendiendo sus brazos, da un par de pasos recibiendo el aire del mar, se despereza . Cuando descubre con estupor, atónito, inmóvil , que todos sus amigos ya tenían los mismos anteojos que el lanchero, la misma protección, en ese instante no encuentra palabras o mejor dicho todas las palabras juntas le llenan la boca, mientras las manos comienzan a buscar sus anteojos, pero no encuentran nada, el muy meticuloso había olvidados sus anteojos protectores de sol en su casa, a cientos de kilometros de distancia. "¿ Qué pasa Hernan?" escucho decir, "¿Estás bien?¿Donde está tu protección?¿Trajiste?" resonó en sus oídos. Alarmado, ceño fruncido miró a todos buscando una explicación. Comezó a agitarse. Buscó calmarse un poco y recién pudo preguntar:
"¿Que protección? me olvidé los lentes... Pero... ¿Que hacen? ¿ Que es eso? ¿ Porque tienen esas máscaras ridículas puestas? ".
"¿Como porque? ¿Ridiculas? Boludo ¿No lees los mails?".
Ya se estaba empezando a preocupara de verdad, volvió a mirar al chango de la lancha que enfilaba hacia él.
Furioso uno de los amigos, bajó el baul violentamente, lo estremeció tanto ruido y el vientito que le volo un poquito el pelo a contra corriente de como venía la brisa marina.
Todos los enmascarados lo reodearon y comenzaron a reprocharle, pero con más gestos que palabras, o palabras más bien perdidas, por el uso de la extraña máscara. Le hacían notar lo irresponsable que era, se notaba que los anteojos de ellos se comenzaban a empañar, pero ninguno se animaba a abrirlo, le costaba entender que decían todos, unas gaviotas que volaban por ahí lo distrajeron un poco a Hernan.
Todavia sin entender que le decían, intento calmar a todos, tardó algunos unos segundos y volvió a mirar las gaviotas que tenían como un extraño circulo negro en deredor de sus ojos.
Seguía sin entender nada. "¡Me pueden explicar por favor que sucede!!!".
Uno de ellos con gestos ampulosos comenzó a gritar algo así como "la mosca, boludo, la mosca!!!". O algo parecido. Y desató en todos un pánico similar al que causaría la noticia sobre el fin del mundo.
Todos , comenzaron a gritar, "la mosca, la mosca", le apuntaban los ojos y se señalaban a sí mismo con vehemencia, casi sacados. Lo insultaban en todos los idiomas, al grito de "la mosca, la mosca !!!!!!".
" ¿Que mosca, que pasa?!!!!!!" . Uno de sus amigos se acercó y arqueó la cejas como frente a una imagen de espanto, de horror, como quien ve a la muerte cara a cara, trató de acomodarse la máscara, pero teniendo cuidado de no soltarla.
"Hay una mosca que busca "picar" en los ojos, y produce ceguera temporal". Alcanzó a oir Hernán en una voz entre latosa y gangosa que volvió desencadenar un griterío histérico y ensordecedor, desordenado " la mosca, la mosca... " todos gesticulando y apuntando los ojos de Hernán. El caos ya había invadido el grupo, todos se revisaban las mascaras, que impida que la mosca ingrese a la zona ocular. Todo era descontrol, todos querían hablar pero nadie lograba coordinar una idea. Algunos iban hacia el auto, otros marchaban en dirección al bote pero todos con la mirada puesta en Hernán, indigndados con él por ser el mayor protector de la vista y no haber traído consigo su protección.
Hernán aterrorizado miraba a su alrededor intentando ver si se acercaba alguna mosca, mientras pensaba "¿¿¿Ceguera ??? ¿¿¿ Temporaria???"o trataba de hilar algún concepto, pero no podía. No entendía que mosca, ni porque picaban, ni podría comprender el odio generalizado contra él.
Alcanzó a tomar su celular, mientras los otros que guardaban cierta distancia lo miraban como esperando lo peor. Hernan miraba a su alrededor y sentía que todo el mundo se le venía encima en un instante.
Alcanzó a buscar en su libreta el telefono de la remisería. Escucha el discar de los tonos. Un tiempo incierto transcurre con gritos de fondo, alcanza a oir el tono de llamada y espera... imapciente, muy impaciente espera, eternos segundos, cada tuuutt parece una eternidad, hasta que atiende Carlitos.
Entrecortado y ruidoso escucha Hernán el timbre de voz del salvador remisero. "Buenos días, remiesería..." .
"Hola... Carlos. ¿Carlitos?", Hernán escuchó decir " ... un segundo por favor". Se alejó a cerrar la puerta para que no entren más moscas de las que ya había.
"No Carlos, me escuchas... Carlos!!!" rogaba desde su celular mientras decenas de imágenes se le cruzaban por la cabeza al óptico todas ellas con un denominador común, la falta del sentido más importante, bastones blancos, perros guías, atrocidades que Hernán no podía concebir como suyas, gritos de tormento de fondo "la mosca... cuidado la mosca , boludo...", "Her, guarda!!!! , Her la mosca, Her ahí, allá...". Varias moscas ya habían detectado al desprovisto y querían nutrirse de él.
El remisero se hace del tubo nuevamente y responde. "¿Si?".
"Carlos, boludo.... la mosca , por dios sacame de acá, esto es el apocalipsis, sacame de acá la puta que te parió... vení a buscarme, estoy en la costa..." alcanzó a rogar Hernán, algo similar creyó oir Carlos. "La mosca, cuidado la mosca, ahí ahí ahí, ahhhhh, !!!" todos erán gritos desesperados que salían del auricular del teléfono. Carlos lo aleja de su oreja y lo mira frunciendo el ceño.
Eso irritó al remisero quien entre dientes deslizó " ¡¡¡ Con eso no se jode, forro!!!. Y cortó.