jueves, 22 de diciembre de 2011

Fuertes convicciones

Amaneció ese sábado sin nubes, pintaba un hermoso fin de semana, Carlitos se peinó al agua como todos los días, inhaló profundo, miró por la ventana y notó el espléndido día que estaría por venir.
Partió con paso animado hacia el local que estaba justo delante de su casa, el cual oficiaba de cuartel central de la remisería del barrio. Remises Carlitos, bautizó su emprendimiento, sin demasiada imaginación planteó el estandarte de su negocio.
Abrió la puerta, levantó la persiana, dejó que la luz del sol diera vida a su local, rodeado de almanaques y mapas, el techo, gris de diminutas e infinitas manchas negras sobre la base del latex blanco. Se conoce la zona por una mosca con tendencias a defecar sobre superficies blancas. Dicha mosca había sido material de estudio de diferentes universidades y protagonista de extensas horas de documentales, una de las cuales le permitió a Carlitos ser el centro de la escena de un programa de la National Geographic, por escasos e infinitos 2 minutos, el líder de la remisería del pueblo fue el centro de las cámaras, donde relataba las maldiciones que los habitantes del pueblo debían viviar a diario, a causa de las moscas. Carlitos también tenía su propia teoría sobre la mosca y porqué habitaba esa zona y solamente esa zona, cuando tenía un universo entero donde alojarse, eligió ese pueblo.

Carlitos recoradaba aquella entrevista cuando su perdida mirada se posaba sobre la pila de revistas, lideradas por un ejemplar del National Geographic, repasaba en su cabeza aquel momento donde fue el centro de todas las miradas, la gente se abigarraba frente a la remisería, las 12 personas que se congregaron frente al local miraban asombrados los focos de potentes luces y las 2 cámaras hacían foco sobre el rostro de Carlitos.

Mientras recorre aquellos días en su cabeza, espera un llamado, un viaje, algo que lo haga desplazarse en su agrisado ex-blanco Peugeot 504 que había lavado con dedicación el día anterior, pero en el pueblo nada blanco dura más de 2 horas.

Hernán había preparado su bolso minuciosamente, colocó el bronceador, una toalla, la malla, ojotas, una remera por las dudas. Lo habían invitado a pescar embarcado, pero a Hernán no le gusta la pesca, así que iba compartir unos mates, algunos sanguches, unos tragos helados, charlas, videos y fotos.
Fue convocado para sacar fotos, Hernán era conocido por su exquicitez en cuanto a óptica se refiere, así que lo nombraron responsable de la fotografía de las jornadas de pesca. Hernán consideraba que la vista es lo más importante y cuidarla era su única preocupación desde que era niño. Estudió para ótpico y realizaba su trabajo con la mayor dedicación y responsabilidad posible. Amaba cuidar los ojos tanto los suyos como los de sus clientes. Sus ojos eran su vida.
Como amante del cuidado ocular, era un aficionado a la fotografía. Todo cuanto tuviera relación con la óptica él se sentía atraído, envelesado. Hernán un hombre de fuertes convicciones, dificil de cambiar una decisión, un tanto terco, tosudo, sabía que nada en el mundo podría hacerle desistir de su viaje de "pesca" (aunque no pescara) con sus amigos. Nada en el mundo podría arruniarselo. "Si algo podría salir mal, era el tiempo, pero con este día espectacular... ya estaba todo listo para el gran viaje."
Suena la bocina, y Hernán y su inmensa emoción salieron, bolso en mano, saludó a sus amigos desde la ventanilla ausente, el vidrio se había roto la semana anterior.
Abordó el auto que lo llevaría un fin de semana a la costa, el fin de semana. Largos kilómetros a recorrer con el grupo de amigos lo separarían de su domicilio.

Todo se desenvolvió con normalidad durante el viaje, pararon a cargar combustible y siguieron viaje. Llegaron a la costa temprano y el bote ya los estaba esperando. Hernán y el grupo disfrutaban del viento en la cara, el sol, el ruido del motor, los mates, la música del escape, los comentarios y anécdotas.

Cuando Hernán miró hacia la lancha notó algo raro, algo que lo preocupó, le encendió la luz de alerta, el guía tenía unas gafas muy particulares, extrañas , no solo le cubrían los ojos sino que rodeaban toda la parte superior de la cara por sobre la nariz, algo parecido a las máscaras de gas pero menos impactantes. Una vez descendido del auto quedó mirando por largos segundos como buscando una explicación el porque del uso de semejantes gafas.
Hernán camina hacia el baúl del auto que ya estaba levantado, extendiendo sus brazos, da un par de pasos recibiendo el aire del mar, se despereza . Cuando descubre con estupor, atónito, inmóvil , que todos sus amigos ya tenían los mismos anteojos que el lanchero, la misma protección, en ese instante no encuentra palabras o mejor dicho todas las palabras juntas le llenan la boca, mientras las manos comienzan a buscar sus anteojos, pero no encuentran nada, el muy meticuloso había olvidados sus anteojos protectores de sol en su casa, a cientos de kilometros de distancia. "¿ Qué pasa Hernan?" escucho decir, "¿Estás bien?¿Donde está tu protección?¿Trajiste?" resonó en sus oídos. Alarmado, ceño fruncido miró a todos buscando una explicación. Comezó a agitarse. Buscó calmarse un poco y recién pudo preguntar:
"¿Que protección? me olvidé los lentes... Pero... ¿Que hacen? ¿ Que es eso? ¿ Porque tienen esas máscaras ridículas puestas? ".
"¿Como porque? ¿Ridiculas? Boludo ¿No lees los mails?".
Ya se estaba empezando a preocupara de verdad, volvió a mirar al chango de la lancha que enfilaba hacia él.
Furioso uno de los amigos, bajó el baul violentamente, lo estremeció tanto ruido y el vientito que le volo un poquito el pelo a contra corriente de como venía la brisa marina.
Todos los enmascarados lo reodearon y comenzaron a reprocharle, pero con más gestos que palabras, o palabras más bien perdidas, por el uso de la extraña máscara. Le hacían notar lo irresponsable que era, se notaba que los anteojos de ellos se comenzaban a empañar, pero ninguno se animaba a abrirlo, le costaba entender que decían todos, unas gaviotas que volaban por ahí lo distrajeron un poco a Hernan.
Todavia sin entender que le decían, intento calmar a todos, tardó algunos unos segundos y volvió a mirar las gaviotas que tenían como un extraño circulo negro en deredor de sus ojos.
Seguía sin entender nada. "¡Me pueden explicar por favor que sucede!!!".
Uno de ellos con gestos ampulosos comenzó a gritar algo así como "la mosca, boludo, la mosca!!!". O algo parecido. Y desató en todos un pánico similar al que causaría la noticia sobre el fin del mundo.
Todos , comenzaron a gritar, "la mosca, la mosca", le apuntaban los ojos y se señalaban a sí mismo con vehemencia, casi sacados. Lo insultaban en todos los idiomas, al grito de "la mosca, la mosca !!!!!!".
" ¿Que mosca, que pasa?!!!!!!" . Uno de sus amigos se acercó y arqueó la cejas como frente a una imagen de espanto, de horror, como quien ve a la muerte cara a cara, trató de acomodarse la máscara, pero teniendo cuidado de no soltarla.
"Hay una mosca que busca "picar" en los ojos, y produce ceguera temporal". Alcanzó a oir Hernán en una voz entre latosa y gangosa que volvió desencadenar un griterío histérico y ensordecedor, desordenado " la mosca, la mosca... " todos gesticulando y apuntando los ojos de Hernán. El caos ya había invadido el grupo, todos se revisaban las mascaras, que impida que la mosca ingrese a la zona ocular. Todo era descontrol, todos querían hablar pero nadie lograba coordinar una idea. Algunos iban hacia el auto, otros marchaban en dirección al bote pero todos con la mirada puesta en Hernán, indigndados con él por ser el mayor protector de la vista y no haber traído consigo su protección.
Hernán aterrorizado miraba a su alrededor intentando ver si se acercaba alguna mosca, mientras pensaba "¿¿¿Ceguera ??? ¿¿¿ Temporaria???"o trataba de hilar algún concepto, pero no podía. No entendía que mosca, ni porque picaban, ni podría comprender el odio generalizado contra él.
Alcanzó a tomar su celular, mientras los otros que guardaban cierta distancia lo miraban como esperando lo peor. Hernan miraba a su alrededor y sentía que todo el mundo se le venía encima en un instante.
Alcanzó a buscar en su libreta el telefono de la remisería. Escucha el discar de los tonos. Un tiempo incierto transcurre con gritos de fondo, alcanza a oir el tono de llamada y espera... imapciente, muy impaciente espera, eternos segundos, cada tuuutt parece una eternidad, hasta que atiende Carlitos.
Entrecortado y ruidoso escucha Hernán el timbre de voz del salvador remisero. "Buenos días, remiesería..." .
"Hola... Carlos. ¿Carlitos?", Hernán escuchó decir " ... un segundo por favor". Se alejó a cerrar la puerta para que no entren más moscas de las que ya había.
"No Carlos, me escuchas... Carlos!!!" rogaba desde su celular mientras decenas de imágenes se le cruzaban por la cabeza al óptico todas ellas con un denominador común, la falta del sentido más importante, bastones blancos, perros guías, atrocidades que Hernán no podía concebir como suyas, gritos de tormento de fondo "la mosca... cuidado la mosca , boludo...", "Her, guarda!!!! , Her la mosca, Her ahí, allá...". Varias moscas ya habían detectado al desprovisto y querían nutrirse de él.
El remisero se hace del tubo nuevamente y responde. "¿Si?".
"Carlos, boludo.... la mosca , por dios sacame de acá, esto es el apocalipsis, sacame de acá la puta que te parió... vení a buscarme, estoy en la costa..." alcanzó a rogar Hernán, algo similar creyó oir Carlos. "La mosca, cuidado la mosca, ahí ahí ahí, ahhhhh, !!!" todos erán gritos desesperados que salían del auricular del teléfono. Carlos lo aleja de su oreja y lo mira frunciendo el ceño.
Eso irritó al remisero quien entre dientes deslizó " ¡¡¡ Con eso no se jode, forro!!!. Y cortó.

viernes, 5 de agosto de 2011

Salud, que viva el futbol

Si hace un año o dos atrás me hubieran dicho que Bin Laden iba a ser atrapado en su casa en Pakistán, con un comando que aterrizaba en helicóptero a un par de cuadras del domicilio del terrorista, no lo hubiera creído.
Si algún soñador le habría comentado a mi abuela que con aparato en mi mano iba a poder ver y hablacr con alguien que está en China en vivo, ella lo hubiera mirado como a un demente.
Si algún ilusionado y fervoroso hincha Venezolano me habría anticipado que la “vinotinto” iba a jugar por el 3er y 4to puesto en la copa América Argentina 2011 yo mismo lo hubiera tildado de ignorante y desconocedor del fútbol.
En el mismo tren de pensamiento y criterios deportivos entra esta situación, donde un apasionado hincha es famoso de la noche a la mañana en Youtube, el mismisimo Tano Pasman.
Todos lo hemos espiado a través de la mirilla de la puerta, espiánodolo, curioseando, pero en algún punto todos hemos vivido un partido con la misma intensidad y ansiedad.
Yo me pregunto como mis amigos habrán vivido el mismo partido, el Belgrano-River y la angustia o la decepción del River-Belgrano. Quisiera haber estado ahí junto a Juanjo, puteando el penal de Román o el de Pavone, mirando incrédulo el rebote en el área y el gol de Belgrano.
Quisiera haber estado cebando el mate con pan y manteca en cocina con Jorgito, en el instante mismo que el picante la clavaba, allí, en el arco del derrotado 1 de River, el querido Carrizo, Juan Pablo... querido.
Quisiera haber estado ahí, mezcaldo entre las 50.000 almas mudas, incrédulas, atónitas, tristes, quebradas. Presenciar la alta tribuna, celeste que se mezclaban con el cielo y se congelaban al atardecer.
Quisiera tener siempre esa música en mis oídos de Atilio Costa Febre, denunciando a quienes lo traicionaron a él y a otros tantos millones de millonarios, pero que nunca denunció en el único lugar válido, la justicia.
Quisiera saber que se siente, ser el más campeón de todos, tenerlo todo a favor, poderlo todo, comprar cualquier campeonato a piacere, comprar cualquier partido o árbitro, poderlo todo, o casi todo, pero al fin no tener nada, salvo pena, dolor y descenso.
Si hacemos el asado el sábado habrá varios de nosotros que no podrán venir o llegarán tarde. Los días en que se juegue Copa, ya sea Libertadores o Supercopa, estarán dispuestos a venir temprano, ¿se animarán a seguir a la banda roja por Puerto Madryn?.¿ Podrán llegar a tiempo para ver al millo en gigante de Arroyito? ¿o a la provincia de Corrientes, para enfrentar a Boca Unidos? ¿Juegan este sábado con Kimberley o Atlanta?
Eso no importa, la pasión está intacta. Pero habrá un canto que tendrán que erradicar de su repertorio, y sufrirlo por siempre. Vos sos de la B, de la B, vos sos de la B.

Salud, brindo por el fútbol y por la pasión. Que ruede la 5 nomás. Allí habrá pasión y garra, el resultado, es lo de menos.

jueves, 2 de junio de 2011

Libre condicionamiento

Hoy viene por el lado interior. Claramente estoy intrigado por el siguiente tema. ¿Soy realmente libre de ser como soy? la respuesta inmediata y casi instintiva es NO. Claro, que no, estoy condicionado por el mundo que me rodea, por la sociedad, por lo cultural, por decenas de condiciones que no me dejan ser, no me dejan elegir libremente quien soy o quien quiero ser. Estoy limitado dentro de un reducido conjunto de elecciones. Vamos con algunas, de chiquito te preguntan "¿que querés ser cuando seas grande?", pregunta terrible, yo que se... ni idea. Tengo 9 años y apenas conozco mi casa, el barrio un poquito, acá nomás... Libros no leí muchos, miro al pedo Disney XD un mundo que no existe, juego a la ps2 o a la wii o bien xbox donde existen mundos imaginarios, guerreros, bestias, y otras yerbas que solo habitan el cerebro de algúnos nerds, veo la cara de culo de mi viejo cuando llega de laburar, y a veces, cuando veo a mi vieja (la veo unos 3 o 4 días a la semana) también anda con cara medio de orto. No tengo mucha idea de que quisiera ser cuando sea grande. Pero si tuviera que elegir elegiría ser como Messi.
Claro, como no lo voy a elegir, si escucho el nombre y lo veo más que a mi vieja.
Querer ser como Messi no está mal, pero me quita posibilidades, porque Messi o Maradona hay uno solo en 6500 millones de habitantes.
Entonces se empiezan a reducir otra vez las posibilidades. Vaya preguntas pelotudas si las hay.
Bueno pero estábamos en ver si es posible elegir libremente quien soy.
Estoy realmente limitado por todos lados, ahora quisiera estar en Ushuaia tomando mate en el parque en La Pataia, donde termina la ruta 3, tomando mate con Pau y los chicos. Pero no puedo y dudo que este año pueda ir. O en Talampaya en La Rioja. Uno de los condicionamientos entonces es la distancia. Otro el tiempo, no puedo estar en 2 lugares al mismo tiempo.
Otra limitación es la guita, otra las responsabilidades mismas. Uf estoy lleno de condicionamientos que no me permiten ser yo mismo en mi mas puro estado, que paradoja dios mío, que es esto de no poder ser yo. Sin embargo no siendo yo genuinamente, soy yo realmente. Ah se me parte la cabeza, no puedo escribir todo lo que me pasa por la cabeza en este instante, y quizás nunca pueda escribirlo o contarlo, en fin. O sea que no soy yo al 100% y ese soy yo realmente, moldeado por todas las condiciones desde miles de años atrás, desde la creación misma, porque que pasa si hubiéramos nacido en Marte o en la Luna o en Singapur, seguramente yo sería distino. Inclusive si hubiera nacido un día antes o uno después no creo que fuera el mismo. Ufff que locura. Y las cosas a enumerar si fueran de tal o cual forma sería infinita, empezando desde que si el meteorito que choco contra la tierra que traía hielo y otras yerbas hubiera pasado de largo, no habría habido vida sobre la tierra, hasta que mi viejo hubiera llegado tarde a la cita y mi vieja no lo hubiera esperado y se las tomaba no habría Javi... en fin.
Algo me queda claro después de escribir estas líneas, cuanto más libre sea yo en lo que hago, digo, pienso, actúo más se acerca a mi yo genuino seré.


martes, 22 de marzo de 2011

Espectáculo caro, espectáculo pobre

La travesía comienza durante la semana, más precisamente el miércoles, cuando hay que ir a comprar las entradas para el espectáculo. Largas horas de cola, al sol, soportando empujones, incomodidad, maltrato. ¿No se podrá mejorar algunos de los aspectos?.
Luego de obtener la onerosa platea esperamos ansiosos el domingo. "Vamos tempranito" suena en el altavoz del teléfono, queremos evitar mareas humanas porque vamos con los chicos, que por primera vez visitaban el mítico "Cilindro de Avellaneda".
Y así fue, salimos un rato antes de las 16, después de haber almorzado un asadito. Casi con la torta en la mano, subimos al auto y partimos hacia el sur de la provincia.
Llegamos a Avellaneda y buscamos un lugar donde estacionar. Comienza la incertidumbre. ¿Lo dejo en la calle a merced de los "trapitos" ? ¿Cuál de ellos a "prima face" se quedará hasta que yo vuelva, cuidando cual perro guardián mi auto? ¿Este que tiene tatuado el escudo de Racing en el omóplato se va a perder el juego? ¿Esta señora, sentada en un cajón de frutas, con los bebés jugando a su alrededor tendrá la suficiente voluntad de ahuyentar a los ladrones de estereo? ¿Y este otro? que tiene mayor contenido de alcohol que de sangre en sus venas ¿ Cuidará de mi lustroso vehículo , como cuida del sol su botella de vino ?
En fin lo estacionamos acá en el estacionamiento y listo, seguro que cuando vuelvo , al menos va a estar.
Entonces comenzamos una largar peregrinación de 10 cuadras para llegar a la cancha, transitando veredas sucias, olor a todo, tapizada de envoltorios, cubiertas de mugre.
Al llegar, nos espera un cacheo tras otro, gente por todos lados, caballos mezclados con hinchas, bosta con agua podrida, papeles y bolsas, botellas y latas, todo es suciedad.
Pasamos un vallado, y luego otro, policías y gente, desorden y desorganización .
Al fin logramos llegar a los molinetes donde ponemos la entrada, esa que tanto nos costó en dinero y en esfuerzo. Estamos en la cancha, se escuchan los cantos. Se oye un gol gritado por miles de voces.
Vamos subiendo escaleras de cemento, rodeadas de paredes de cemento y lo que oficia de techo, son los escalones de cemento. Las paredes han sido blanquadas, pero el olor de baño es inconfundible. El aspecto es triste. Llegamos a la platea alta, de cara al sol, el mismo que nos acompañó en la larga cola para procurar el boleto. Allí nos sentamos. Pacientes a esperar el comienzo del partido. Los vendedores de gaseosa desfilaban con el elixir más caro que jamás haya bebido. El litro de ese producto deberá cotizarse en la bolsa de Hong Kong. Los helados de agua los deben transportar en camiones de caudales, estoy seguro. Increíblemente caros.
Después me tocó el turno de ir al baño, bah, baño es una forma de decir, porque eso es un verdadero ataque a la salud humana. Sin mencionar la larga cola que tuvimos que hacer para entrar. Al salir de "baño" intentamos comprar hamburguesas. Santo Dios. Las condiciones en que se sirven y se cocinan son infrahumanas, es más, me animo a decir que muchas de esas medallas de aparente carne habían sido cocidas varios días atrás. Quizás la fecha anterior. No lo sé. Pero no eran del día y mucho menos frescas. NO existe la heladera en esos puestos. Pero bueno nadie se ha muerto por comer una deliciosa hamburguesa de cancha ¿no?
Todo es incómodo , la entrada , la salida, comprar una hamburguesa o estacionar, todo esta rodeado de suciedad y reina el desorden. Todo es precario. Excepto el amor y la pasión del hincha. Un pobre espectáculo para tan alto precio. Exijo más. Se que se puede y no es imposible.
Salvo que todo, todo, está sucio... excepto el hincha genuino.


miércoles, 16 de marzo de 2011

Que pequeño es el mundo

Si parece que fue ayer, que Daniel Hadad y su banda de desestabiliazores mediáticos anunciaban el corralito, y en su nocturno programa donde se mostraba con un séquito de obsecuentes que rodeaban al pujante y prólifico periodista, anunciaba la catástrofe argentina.
Uno de sus principales medios para mostrar el abismo en que estábamos sumergidos era el desconocido (al menos hasta ese momento ) "riesgo país". Unidad de medida de credibilidad para invertir en el país. Recuerdo como esos número se disparaban a cifras astronómicas y solo comparables a países en desarrollo como Etiopía o Camerún.
Había un ranking de records de quienes estaban en lo más alto de la tabla, siendo ese lugar el peor.
Ese dato se obtenía y hoy en día se obtiene, haciendo unos cálculos matemáticos, de muchas variables. Los responsables ( o irresponsables, según se quiera interpretar ) de entregar esos resultados, entre otros, es Morgan Stanley, un banco yanqui.
Pero como este mundo es tan pequeño y hasta caprichoso, hoy quiso el destino que el mismo banco, Morgan Stanley, de la mano de su empresa MSI, se adjudicó la venta de gas licuado de petróleo a Argentina, la misma que ellos calificaban hace algunos años atras como país no recomendable para invertir, hoy se quedan con un negocio cercano a los u$600 millones.
Que pequeño es el mundo, que injusta y rencorosa es la memoria. Como el dinero puede cambiar las opiniones y las acciones. Gracias Daniel Hadad por tanta realidad...
Salud, brindo por un invierno moderado ...

jueves, 10 de marzo de 2011

Y el amor se fue muriendo...

Otra vez no. De nuevo una bofetada, un rechazo, un desprecio al amor. Otra vez no. Esta vez fue por cansancio, sueño, dolor, bronca, desgano, rutina, stress, olor a pintura fresca o vaya a saber porque. De cualquier modo fue rechazo, negación. Y así lentamente el amor se fue muriendo. No lo pudimos mantener vivo, estaba grave, algunos mimo podrían reanimarlo o mejorarlo levemente. Ahora agoniza. Solo quedan los recuerdos de aquel amor que parecía eterno, que nunca cesaría. Solo quedan imágenes borrosas en algunas fotos y videos movidos o fuera de foco. Los recuerdos más vivos permanecen en la memoria, pero así, lentamente el amor se fue muriendo. Al principio parecía un leve decaimiento, casi no le daba importancia. Pero después siguió empeorando. Y no hacíamos nada por mejorarlo, algunos tibios intentos, pero nada de fondo, todo superficial. Y así lentamente el amor se fue muriendo.
Es el mismo amor que me guiaba siempre a la misma flor del jardín, sin importar cuantas hubiera cerca o que tan lindas fueran, yo siempre elegía la misma. Pero con el amor triste y moribundo, busco otras flores donde reposar. Hay tantas y tan lindas que quisiera conocer un poco más. El tiempo fue erosionando todo a su paso, fue así que también debilitó nuestro amor. Ahora está enfermo, grave, luchando por vivir un poco más. Imagino que habrá millones de amores en estado similar, y otros tantos verdes y florecientes, como fue el mío, allá atrás en el tiempo, allá atrás en el recuerdo y en las fotos.
Amor mío yo te quiero ayudar a que no te vayas, no me dejes, pero solo es muy difícil. Lo intento mal o bien, pero lo intento pero es muy duro el camino, si yo solo tengo que luchar por no dejar morir este amor. Y así lentamente se fue muriendo este amor, mezquino y egoísta que nos quiere solo a nosotros dos. He tratado de reanimarte dándote mil caricias y otros mil besos, he tratado de hacerme fuerte en el rechazo, el desplante, he sufrido mucho por mantenerte vivo, he rendido mi más preciado tesoro apostando por tí, he cedido todo por seguirte y no me arrepiento, pero si me duele que ahora te estés muriendo y no me dejes ayudarte. Lentamente siento que te vas...


lunes, 10 de enero de 2011

Andalgalá está enferma...

Una extraña enfermedad está atacando a la ciudad catamarqueña de Andalgalá. Algunos especialistas hablan de una rara enfermedad, sin posiblidad de definirla, tratan de ubicar el origen en algún virus de estas épocas. Sin fundamentos tratan de defender la idea de que es algo aislado, y que no deberían preocuparse demasiado, basta con algunas vitaminas y la clásica aspirina, reposo y listo. El mal se habrá ido en pocos días.
Pero Andalgalá está enferma, un minúsculo grupo de inversionistas, han detectado que en la zona se puede extraer oro, plata y cobre. Con la misma ávidez que lo hicieron hace ya más de 500 años los colonizadores, estos inversionistas extranjeros, vienen a buscar nuesto oro y nuestra plata, dejando a su paso, misera, mugre, contaminación, desocupación, tierras desbastadas por el maldito cianuro que utilizan para separar los minerales de la piedra, millones de litros de agua por día consumen, los mismos millones que contaminan.
Todo el ecosistema de la zona se ve afectado por las explosiones que vuelan la piedra, el povillo que vuela, la toxicidad de los expolsivos.
Todo a cambio de muy poco, emplean muy poca gente, destruyen demasiado, se llevan todo.
Andalgalá está enferma, necesita de todos nosotros. Uno de los peores males la ha atacado, la codicia del oro. Andalgalá necesita ayuda, ningún remedio puede recuperarla, solo la unión de los vecinos, la fuerza y la sensatez de la justicia, la política que no se corrompa frente al dinero sucio, manchado de cáncer, muerte y cianuro.
Andalgalá, fuerza hermanos.