jueves, 2 de junio de 2011

Libre condicionamiento

Hoy viene por el lado interior. Claramente estoy intrigado por el siguiente tema. ¿Soy realmente libre de ser como soy? la respuesta inmediata y casi instintiva es NO. Claro, que no, estoy condicionado por el mundo que me rodea, por la sociedad, por lo cultural, por decenas de condiciones que no me dejan ser, no me dejan elegir libremente quien soy o quien quiero ser. Estoy limitado dentro de un reducido conjunto de elecciones. Vamos con algunas, de chiquito te preguntan "¿que querés ser cuando seas grande?", pregunta terrible, yo que se... ni idea. Tengo 9 años y apenas conozco mi casa, el barrio un poquito, acá nomás... Libros no leí muchos, miro al pedo Disney XD un mundo que no existe, juego a la ps2 o a la wii o bien xbox donde existen mundos imaginarios, guerreros, bestias, y otras yerbas que solo habitan el cerebro de algúnos nerds, veo la cara de culo de mi viejo cuando llega de laburar, y a veces, cuando veo a mi vieja (la veo unos 3 o 4 días a la semana) también anda con cara medio de orto. No tengo mucha idea de que quisiera ser cuando sea grande. Pero si tuviera que elegir elegiría ser como Messi.
Claro, como no lo voy a elegir, si escucho el nombre y lo veo más que a mi vieja.
Querer ser como Messi no está mal, pero me quita posibilidades, porque Messi o Maradona hay uno solo en 6500 millones de habitantes.
Entonces se empiezan a reducir otra vez las posibilidades. Vaya preguntas pelotudas si las hay.
Bueno pero estábamos en ver si es posible elegir libremente quien soy.
Estoy realmente limitado por todos lados, ahora quisiera estar en Ushuaia tomando mate en el parque en La Pataia, donde termina la ruta 3, tomando mate con Pau y los chicos. Pero no puedo y dudo que este año pueda ir. O en Talampaya en La Rioja. Uno de los condicionamientos entonces es la distancia. Otro el tiempo, no puedo estar en 2 lugares al mismo tiempo.
Otra limitación es la guita, otra las responsabilidades mismas. Uf estoy lleno de condicionamientos que no me permiten ser yo mismo en mi mas puro estado, que paradoja dios mío, que es esto de no poder ser yo. Sin embargo no siendo yo genuinamente, soy yo realmente. Ah se me parte la cabeza, no puedo escribir todo lo que me pasa por la cabeza en este instante, y quizás nunca pueda escribirlo o contarlo, en fin. O sea que no soy yo al 100% y ese soy yo realmente, moldeado por todas las condiciones desde miles de años atrás, desde la creación misma, porque que pasa si hubiéramos nacido en Marte o en la Luna o en Singapur, seguramente yo sería distino. Inclusive si hubiera nacido un día antes o uno después no creo que fuera el mismo. Ufff que locura. Y las cosas a enumerar si fueran de tal o cual forma sería infinita, empezando desde que si el meteorito que choco contra la tierra que traía hielo y otras yerbas hubiera pasado de largo, no habría habido vida sobre la tierra, hasta que mi viejo hubiera llegado tarde a la cita y mi vieja no lo hubiera esperado y se las tomaba no habría Javi... en fin.
Algo me queda claro después de escribir estas líneas, cuanto más libre sea yo en lo que hago, digo, pienso, actúo más se acerca a mi yo genuino seré.


martes, 22 de marzo de 2011

Espectáculo caro, espectáculo pobre

La travesía comienza durante la semana, más precisamente el miércoles, cuando hay que ir a comprar las entradas para el espectáculo. Largas horas de cola, al sol, soportando empujones, incomodidad, maltrato. ¿No se podrá mejorar algunos de los aspectos?.
Luego de obtener la onerosa platea esperamos ansiosos el domingo. "Vamos tempranito" suena en el altavoz del teléfono, queremos evitar mareas humanas porque vamos con los chicos, que por primera vez visitaban el mítico "Cilindro de Avellaneda".
Y así fue, salimos un rato antes de las 16, después de haber almorzado un asadito. Casi con la torta en la mano, subimos al auto y partimos hacia el sur de la provincia.
Llegamos a Avellaneda y buscamos un lugar donde estacionar. Comienza la incertidumbre. ¿Lo dejo en la calle a merced de los "trapitos" ? ¿Cuál de ellos a "prima face" se quedará hasta que yo vuelva, cuidando cual perro guardián mi auto? ¿Este que tiene tatuado el escudo de Racing en el omóplato se va a perder el juego? ¿Esta señora, sentada en un cajón de frutas, con los bebés jugando a su alrededor tendrá la suficiente voluntad de ahuyentar a los ladrones de estereo? ¿Y este otro? que tiene mayor contenido de alcohol que de sangre en sus venas ¿ Cuidará de mi lustroso vehículo , como cuida del sol su botella de vino ?
En fin lo estacionamos acá en el estacionamiento y listo, seguro que cuando vuelvo , al menos va a estar.
Entonces comenzamos una largar peregrinación de 10 cuadras para llegar a la cancha, transitando veredas sucias, olor a todo, tapizada de envoltorios, cubiertas de mugre.
Al llegar, nos espera un cacheo tras otro, gente por todos lados, caballos mezclados con hinchas, bosta con agua podrida, papeles y bolsas, botellas y latas, todo es suciedad.
Pasamos un vallado, y luego otro, policías y gente, desorden y desorganización .
Al fin logramos llegar a los molinetes donde ponemos la entrada, esa que tanto nos costó en dinero y en esfuerzo. Estamos en la cancha, se escuchan los cantos. Se oye un gol gritado por miles de voces.
Vamos subiendo escaleras de cemento, rodeadas de paredes de cemento y lo que oficia de techo, son los escalones de cemento. Las paredes han sido blanquadas, pero el olor de baño es inconfundible. El aspecto es triste. Llegamos a la platea alta, de cara al sol, el mismo que nos acompañó en la larga cola para procurar el boleto. Allí nos sentamos. Pacientes a esperar el comienzo del partido. Los vendedores de gaseosa desfilaban con el elixir más caro que jamás haya bebido. El litro de ese producto deberá cotizarse en la bolsa de Hong Kong. Los helados de agua los deben transportar en camiones de caudales, estoy seguro. Increíblemente caros.
Después me tocó el turno de ir al baño, bah, baño es una forma de decir, porque eso es un verdadero ataque a la salud humana. Sin mencionar la larga cola que tuvimos que hacer para entrar. Al salir de "baño" intentamos comprar hamburguesas. Santo Dios. Las condiciones en que se sirven y se cocinan son infrahumanas, es más, me animo a decir que muchas de esas medallas de aparente carne habían sido cocidas varios días atrás. Quizás la fecha anterior. No lo sé. Pero no eran del día y mucho menos frescas. NO existe la heladera en esos puestos. Pero bueno nadie se ha muerto por comer una deliciosa hamburguesa de cancha ¿no?
Todo es incómodo , la entrada , la salida, comprar una hamburguesa o estacionar, todo esta rodeado de suciedad y reina el desorden. Todo es precario. Excepto el amor y la pasión del hincha. Un pobre espectáculo para tan alto precio. Exijo más. Se que se puede y no es imposible.
Salvo que todo, todo, está sucio... excepto el hincha genuino.


miércoles, 16 de marzo de 2011

Que pequeño es el mundo

Si parece que fue ayer, que Daniel Hadad y su banda de desestabiliazores mediáticos anunciaban el corralito, y en su nocturno programa donde se mostraba con un séquito de obsecuentes que rodeaban al pujante y prólifico periodista, anunciaba la catástrofe argentina.
Uno de sus principales medios para mostrar el abismo en que estábamos sumergidos era el desconocido (al menos hasta ese momento ) "riesgo país". Unidad de medida de credibilidad para invertir en el país. Recuerdo como esos número se disparaban a cifras astronómicas y solo comparables a países en desarrollo como Etiopía o Camerún.
Había un ranking de records de quienes estaban en lo más alto de la tabla, siendo ese lugar el peor.
Ese dato se obtenía y hoy en día se obtiene, haciendo unos cálculos matemáticos, de muchas variables. Los responsables ( o irresponsables, según se quiera interpretar ) de entregar esos resultados, entre otros, es Morgan Stanley, un banco yanqui.
Pero como este mundo es tan pequeño y hasta caprichoso, hoy quiso el destino que el mismo banco, Morgan Stanley, de la mano de su empresa MSI, se adjudicó la venta de gas licuado de petróleo a Argentina, la misma que ellos calificaban hace algunos años atras como país no recomendable para invertir, hoy se quedan con un negocio cercano a los u$600 millones.
Que pequeño es el mundo, que injusta y rencorosa es la memoria. Como el dinero puede cambiar las opiniones y las acciones. Gracias Daniel Hadad por tanta realidad...
Salud, brindo por un invierno moderado ...

jueves, 10 de marzo de 2011

Y el amor se fue muriendo...

Otra vez no. De nuevo una bofetada, un rechazo, un desprecio al amor. Otra vez no. Esta vez fue por cansancio, sueño, dolor, bronca, desgano, rutina, stress, olor a pintura fresca o vaya a saber porque. De cualquier modo fue rechazo, negación. Y así lentamente el amor se fue muriendo. No lo pudimos mantener vivo, estaba grave, algunos mimo podrían reanimarlo o mejorarlo levemente. Ahora agoniza. Solo quedan los recuerdos de aquel amor que parecía eterno, que nunca cesaría. Solo quedan imágenes borrosas en algunas fotos y videos movidos o fuera de foco. Los recuerdos más vivos permanecen en la memoria, pero así, lentamente el amor se fue muriendo. Al principio parecía un leve decaimiento, casi no le daba importancia. Pero después siguió empeorando. Y no hacíamos nada por mejorarlo, algunos tibios intentos, pero nada de fondo, todo superficial. Y así lentamente el amor se fue muriendo.
Es el mismo amor que me guiaba siempre a la misma flor del jardín, sin importar cuantas hubiera cerca o que tan lindas fueran, yo siempre elegía la misma. Pero con el amor triste y moribundo, busco otras flores donde reposar. Hay tantas y tan lindas que quisiera conocer un poco más. El tiempo fue erosionando todo a su paso, fue así que también debilitó nuestro amor. Ahora está enfermo, grave, luchando por vivir un poco más. Imagino que habrá millones de amores en estado similar, y otros tantos verdes y florecientes, como fue el mío, allá atrás en el tiempo, allá atrás en el recuerdo y en las fotos.
Amor mío yo te quiero ayudar a que no te vayas, no me dejes, pero solo es muy difícil. Lo intento mal o bien, pero lo intento pero es muy duro el camino, si yo solo tengo que luchar por no dejar morir este amor. Y así lentamente se fue muriendo este amor, mezquino y egoísta que nos quiere solo a nosotros dos. He tratado de reanimarte dándote mil caricias y otros mil besos, he tratado de hacerme fuerte en el rechazo, el desplante, he sufrido mucho por mantenerte vivo, he rendido mi más preciado tesoro apostando por tí, he cedido todo por seguirte y no me arrepiento, pero si me duele que ahora te estés muriendo y no me dejes ayudarte. Lentamente siento que te vas...


lunes, 10 de enero de 2011

Andalgalá está enferma...

Una extraña enfermedad está atacando a la ciudad catamarqueña de Andalgalá. Algunos especialistas hablan de una rara enfermedad, sin posiblidad de definirla, tratan de ubicar el origen en algún virus de estas épocas. Sin fundamentos tratan de defender la idea de que es algo aislado, y que no deberían preocuparse demasiado, basta con algunas vitaminas y la clásica aspirina, reposo y listo. El mal se habrá ido en pocos días.
Pero Andalgalá está enferma, un minúsculo grupo de inversionistas, han detectado que en la zona se puede extraer oro, plata y cobre. Con la misma ávidez que lo hicieron hace ya más de 500 años los colonizadores, estos inversionistas extranjeros, vienen a buscar nuesto oro y nuestra plata, dejando a su paso, misera, mugre, contaminación, desocupación, tierras desbastadas por el maldito cianuro que utilizan para separar los minerales de la piedra, millones de litros de agua por día consumen, los mismos millones que contaminan.
Todo el ecosistema de la zona se ve afectado por las explosiones que vuelan la piedra, el povillo que vuela, la toxicidad de los expolsivos.
Todo a cambio de muy poco, emplean muy poca gente, destruyen demasiado, se llevan todo.
Andalgalá está enferma, necesita de todos nosotros. Uno de los peores males la ha atacado, la codicia del oro. Andalgalá necesita ayuda, ningún remedio puede recuperarla, solo la unión de los vecinos, la fuerza y la sensatez de la justicia, la política que no se corrompa frente al dinero sucio, manchado de cáncer, muerte y cianuro.
Andalgalá, fuerza hermanos.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Entre rojo y verde

Anoche se jugó la primera final de la copa Nissan Sudamericana y todos o casi todos conocemos el resultado, 2 a 0 a favor del local, el descendido Goias. Enfrente los de enfrente ( soy de Racing ).
Sufrí con cada ataque del Goias y con cada replica del Rojo. Con esto quiero comentar que si de sufrir se trata, estoy en estado, estoy acostumbrado. Esta final tiene una importancia relevante, no es solo una final más, sino que tiene el condimento de que quien gane tiene el pasaje para jugar la Copa Libertadores del 2011. Pero hay un extra, ¿que sucede si gana el Goias? Recordemos que un equipo que actúa en 2° división no puede participar en la Copa. Y el Goias, descendido está.
Recuerdo que la última participación de la academia fua allá por el 2003... Hace mucho tiempo. Y nada me gustaría que ver el cilindro ardiendo con un partido de Copa.
Solo faltan 90 minutos más de sufrimiento, de angustia, de incertidumre, de agonía. Son solo 90 minutos, para nosotros, hinchas de Racing, que son 90 minutos más... una bicoca.
Pero no todo está en manos ajenas, sino que nosotros tenemos que hacer lo nuestro en el torneo local, y para ello, como siempre hay que ganar...
Que ironía, porque necesitamos que pierda o empate el Rojo en una copa que no jugamos y nosotros ganar en un torneo en el que hasta hace poco (la edición anterior) peleábamos la permanencia, la angustia...
Si será caprichoso este futbol, que nos da estos condimentos semana a semana. Una semana somos hinchas del verde y otra del que nos convenga. ¿Yo me pregunto será siempre así? ¿ Cuando llegará el día en que no nos fijemos en otros resultados ? Que nos importe nuestro club. Que disfrutemos de una final sin intereses. Creo que no sería fútbol, más bien lo veo como cricket o beisbol.

El martes siempre gana.

Hay una canción que se llama "No me gustan los lunes" de Bob Geldorf, cuenta la historia de un niño que llevó un arma a la escuela y mata a varios de sus compañeros.
En el juicio el juez le pregunta: "¿Porque hiciste eso?" y el niño le responde "Porque no me gustan los lunes...".
A mi sin embargo no me gustan los martes, pero no tengo intención de hacer daño, de ningún tipo. Simplemente no me gustan, se ven tristes, grises, apagados.
Martes por la mañana, encuentro un abismo en la cama, un vacío, imposible de llenar, solo está su ropa de cama y las arrugas de las sábanas, testigos de una noche de amor. Pero ella no está. Se fue. Salió. Si es cierto, volverá mañana, miércoles, pero será otro día. El miércoles me devolverá lo que el martes me arrancó. El lunes me dice que mañana ella se irá, silenciosa. Abrirá la puerta y partirá, solo deberé conformarme con su voz en el teléfono o un mail que finaliza con un te amo.
Las horas del martes son mas largas que de cualquier otro día y mucho más que las de un fin de semana. Han pasado muchos martes, infinitos, demasiados, y ni aún así logré aprender a ser feliz sin ella. ¿Cuantos martes más tendré que sufrir?
Me duele saber que otro martes se acerca, otra vez extrañaré sus besos, sus caricias. Es el martes maldito que me quita su amor, para después devolverlo el miércoles. Casi como una pelea de niños tironeo con los martes, no quiero ceder, sin embargo, el martes siempre gana, aunque después, al día siguiente sea yo el afortunado. Martes, te advierto que llegará el día en que no me podrás separar de ella y ese martes conocerás el dolor, la tristeza, la desazón. Ese martes recuperaré la sonrisa y el martes será para mi como los otros, el mejor día de mi vida.