martes, 22 de marzo de 2011

Espectáculo caro, espectáculo pobre

La travesía comienza durante la semana, más precisamente el miércoles, cuando hay que ir a comprar las entradas para el espectáculo. Largas horas de cola, al sol, soportando empujones, incomodidad, maltrato. ¿No se podrá mejorar algunos de los aspectos?.
Luego de obtener la onerosa platea esperamos ansiosos el domingo. "Vamos tempranito" suena en el altavoz del teléfono, queremos evitar mareas humanas porque vamos con los chicos, que por primera vez visitaban el mítico "Cilindro de Avellaneda".
Y así fue, salimos un rato antes de las 16, después de haber almorzado un asadito. Casi con la torta en la mano, subimos al auto y partimos hacia el sur de la provincia.
Llegamos a Avellaneda y buscamos un lugar donde estacionar. Comienza la incertidumbre. ¿Lo dejo en la calle a merced de los "trapitos" ? ¿Cuál de ellos a "prima face" se quedará hasta que yo vuelva, cuidando cual perro guardián mi auto? ¿Este que tiene tatuado el escudo de Racing en el omóplato se va a perder el juego? ¿Esta señora, sentada en un cajón de frutas, con los bebés jugando a su alrededor tendrá la suficiente voluntad de ahuyentar a los ladrones de estereo? ¿Y este otro? que tiene mayor contenido de alcohol que de sangre en sus venas ¿ Cuidará de mi lustroso vehículo , como cuida del sol su botella de vino ?
En fin lo estacionamos acá en el estacionamiento y listo, seguro que cuando vuelvo , al menos va a estar.
Entonces comenzamos una largar peregrinación de 10 cuadras para llegar a la cancha, transitando veredas sucias, olor a todo, tapizada de envoltorios, cubiertas de mugre.
Al llegar, nos espera un cacheo tras otro, gente por todos lados, caballos mezclados con hinchas, bosta con agua podrida, papeles y bolsas, botellas y latas, todo es suciedad.
Pasamos un vallado, y luego otro, policías y gente, desorden y desorganización .
Al fin logramos llegar a los molinetes donde ponemos la entrada, esa que tanto nos costó en dinero y en esfuerzo. Estamos en la cancha, se escuchan los cantos. Se oye un gol gritado por miles de voces.
Vamos subiendo escaleras de cemento, rodeadas de paredes de cemento y lo que oficia de techo, son los escalones de cemento. Las paredes han sido blanquadas, pero el olor de baño es inconfundible. El aspecto es triste. Llegamos a la platea alta, de cara al sol, el mismo que nos acompañó en la larga cola para procurar el boleto. Allí nos sentamos. Pacientes a esperar el comienzo del partido. Los vendedores de gaseosa desfilaban con el elixir más caro que jamás haya bebido. El litro de ese producto deberá cotizarse en la bolsa de Hong Kong. Los helados de agua los deben transportar en camiones de caudales, estoy seguro. Increíblemente caros.
Después me tocó el turno de ir al baño, bah, baño es una forma de decir, porque eso es un verdadero ataque a la salud humana. Sin mencionar la larga cola que tuvimos que hacer para entrar. Al salir de "baño" intentamos comprar hamburguesas. Santo Dios. Las condiciones en que se sirven y se cocinan son infrahumanas, es más, me animo a decir que muchas de esas medallas de aparente carne habían sido cocidas varios días atrás. Quizás la fecha anterior. No lo sé. Pero no eran del día y mucho menos frescas. NO existe la heladera en esos puestos. Pero bueno nadie se ha muerto por comer una deliciosa hamburguesa de cancha ¿no?
Todo es incómodo , la entrada , la salida, comprar una hamburguesa o estacionar, todo esta rodeado de suciedad y reina el desorden. Todo es precario. Excepto el amor y la pasión del hincha. Un pobre espectáculo para tan alto precio. Exijo más. Se que se puede y no es imposible.
Salvo que todo, todo, está sucio... excepto el hincha genuino.


miércoles, 16 de marzo de 2011

Que pequeño es el mundo

Si parece que fue ayer, que Daniel Hadad y su banda de desestabiliazores mediáticos anunciaban el corralito, y en su nocturno programa donde se mostraba con un séquito de obsecuentes que rodeaban al pujante y prólifico periodista, anunciaba la catástrofe argentina.
Uno de sus principales medios para mostrar el abismo en que estábamos sumergidos era el desconocido (al menos hasta ese momento ) "riesgo país". Unidad de medida de credibilidad para invertir en el país. Recuerdo como esos número se disparaban a cifras astronómicas y solo comparables a países en desarrollo como Etiopía o Camerún.
Había un ranking de records de quienes estaban en lo más alto de la tabla, siendo ese lugar el peor.
Ese dato se obtenía y hoy en día se obtiene, haciendo unos cálculos matemáticos, de muchas variables. Los responsables ( o irresponsables, según se quiera interpretar ) de entregar esos resultados, entre otros, es Morgan Stanley, un banco yanqui.
Pero como este mundo es tan pequeño y hasta caprichoso, hoy quiso el destino que el mismo banco, Morgan Stanley, de la mano de su empresa MSI, se adjudicó la venta de gas licuado de petróleo a Argentina, la misma que ellos calificaban hace algunos años atras como país no recomendable para invertir, hoy se quedan con un negocio cercano a los u$600 millones.
Que pequeño es el mundo, que injusta y rencorosa es la memoria. Como el dinero puede cambiar las opiniones y las acciones. Gracias Daniel Hadad por tanta realidad...
Salud, brindo por un invierno moderado ...

jueves, 10 de marzo de 2011

Y el amor se fue muriendo...

Otra vez no. De nuevo una bofetada, un rechazo, un desprecio al amor. Otra vez no. Esta vez fue por cansancio, sueño, dolor, bronca, desgano, rutina, stress, olor a pintura fresca o vaya a saber porque. De cualquier modo fue rechazo, negación. Y así lentamente el amor se fue muriendo. No lo pudimos mantener vivo, estaba grave, algunos mimo podrían reanimarlo o mejorarlo levemente. Ahora agoniza. Solo quedan los recuerdos de aquel amor que parecía eterno, que nunca cesaría. Solo quedan imágenes borrosas en algunas fotos y videos movidos o fuera de foco. Los recuerdos más vivos permanecen en la memoria, pero así, lentamente el amor se fue muriendo. Al principio parecía un leve decaimiento, casi no le daba importancia. Pero después siguió empeorando. Y no hacíamos nada por mejorarlo, algunos tibios intentos, pero nada de fondo, todo superficial. Y así lentamente el amor se fue muriendo.
Es el mismo amor que me guiaba siempre a la misma flor del jardín, sin importar cuantas hubiera cerca o que tan lindas fueran, yo siempre elegía la misma. Pero con el amor triste y moribundo, busco otras flores donde reposar. Hay tantas y tan lindas que quisiera conocer un poco más. El tiempo fue erosionando todo a su paso, fue así que también debilitó nuestro amor. Ahora está enfermo, grave, luchando por vivir un poco más. Imagino que habrá millones de amores en estado similar, y otros tantos verdes y florecientes, como fue el mío, allá atrás en el tiempo, allá atrás en el recuerdo y en las fotos.
Amor mío yo te quiero ayudar a que no te vayas, no me dejes, pero solo es muy difícil. Lo intento mal o bien, pero lo intento pero es muy duro el camino, si yo solo tengo que luchar por no dejar morir este amor. Y así lentamente se fue muriendo este amor, mezquino y egoísta que nos quiere solo a nosotros dos. He tratado de reanimarte dándote mil caricias y otros mil besos, he tratado de hacerme fuerte en el rechazo, el desplante, he sufrido mucho por mantenerte vivo, he rendido mi más preciado tesoro apostando por tí, he cedido todo por seguirte y no me arrepiento, pero si me duele que ahora te estés muriendo y no me dejes ayudarte. Lentamente siento que te vas...


lunes, 10 de enero de 2011

Andalgalá está enferma...

Una extraña enfermedad está atacando a la ciudad catamarqueña de Andalgalá. Algunos especialistas hablan de una rara enfermedad, sin posiblidad de definirla, tratan de ubicar el origen en algún virus de estas épocas. Sin fundamentos tratan de defender la idea de que es algo aislado, y que no deberían preocuparse demasiado, basta con algunas vitaminas y la clásica aspirina, reposo y listo. El mal se habrá ido en pocos días.
Pero Andalgalá está enferma, un minúsculo grupo de inversionistas, han detectado que en la zona se puede extraer oro, plata y cobre. Con la misma ávidez que lo hicieron hace ya más de 500 años los colonizadores, estos inversionistas extranjeros, vienen a buscar nuesto oro y nuestra plata, dejando a su paso, misera, mugre, contaminación, desocupación, tierras desbastadas por el maldito cianuro que utilizan para separar los minerales de la piedra, millones de litros de agua por día consumen, los mismos millones que contaminan.
Todo el ecosistema de la zona se ve afectado por las explosiones que vuelan la piedra, el povillo que vuela, la toxicidad de los expolsivos.
Todo a cambio de muy poco, emplean muy poca gente, destruyen demasiado, se llevan todo.
Andalgalá está enferma, necesita de todos nosotros. Uno de los peores males la ha atacado, la codicia del oro. Andalgalá necesita ayuda, ningún remedio puede recuperarla, solo la unión de los vecinos, la fuerza y la sensatez de la justicia, la política que no se corrompa frente al dinero sucio, manchado de cáncer, muerte y cianuro.
Andalgalá, fuerza hermanos.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Entre rojo y verde

Anoche se jugó la primera final de la copa Nissan Sudamericana y todos o casi todos conocemos el resultado, 2 a 0 a favor del local, el descendido Goias. Enfrente los de enfrente ( soy de Racing ).
Sufrí con cada ataque del Goias y con cada replica del Rojo. Con esto quiero comentar que si de sufrir se trata, estoy en estado, estoy acostumbrado. Esta final tiene una importancia relevante, no es solo una final más, sino que tiene el condimento de que quien gane tiene el pasaje para jugar la Copa Libertadores del 2011. Pero hay un extra, ¿que sucede si gana el Goias? Recordemos que un equipo que actúa en 2° división no puede participar en la Copa. Y el Goias, descendido está.
Recuerdo que la última participación de la academia fua allá por el 2003... Hace mucho tiempo. Y nada me gustaría que ver el cilindro ardiendo con un partido de Copa.
Solo faltan 90 minutos más de sufrimiento, de angustia, de incertidumre, de agonía. Son solo 90 minutos, para nosotros, hinchas de Racing, que son 90 minutos más... una bicoca.
Pero no todo está en manos ajenas, sino que nosotros tenemos que hacer lo nuestro en el torneo local, y para ello, como siempre hay que ganar...
Que ironía, porque necesitamos que pierda o empate el Rojo en una copa que no jugamos y nosotros ganar en un torneo en el que hasta hace poco (la edición anterior) peleábamos la permanencia, la angustia...
Si será caprichoso este futbol, que nos da estos condimentos semana a semana. Una semana somos hinchas del verde y otra del que nos convenga. ¿Yo me pregunto será siempre así? ¿ Cuando llegará el día en que no nos fijemos en otros resultados ? Que nos importe nuestro club. Que disfrutemos de una final sin intereses. Creo que no sería fútbol, más bien lo veo como cricket o beisbol.

El martes siempre gana.

Hay una canción que se llama "No me gustan los lunes" de Bob Geldorf, cuenta la historia de un niño que llevó un arma a la escuela y mata a varios de sus compañeros.
En el juicio el juez le pregunta: "¿Porque hiciste eso?" y el niño le responde "Porque no me gustan los lunes...".
A mi sin embargo no me gustan los martes, pero no tengo intención de hacer daño, de ningún tipo. Simplemente no me gustan, se ven tristes, grises, apagados.
Martes por la mañana, encuentro un abismo en la cama, un vacío, imposible de llenar, solo está su ropa de cama y las arrugas de las sábanas, testigos de una noche de amor. Pero ella no está. Se fue. Salió. Si es cierto, volverá mañana, miércoles, pero será otro día. El miércoles me devolverá lo que el martes me arrancó. El lunes me dice que mañana ella se irá, silenciosa. Abrirá la puerta y partirá, solo deberé conformarme con su voz en el teléfono o un mail que finaliza con un te amo.
Las horas del martes son mas largas que de cualquier otro día y mucho más que las de un fin de semana. Han pasado muchos martes, infinitos, demasiados, y ni aún así logré aprender a ser feliz sin ella. ¿Cuantos martes más tendré que sufrir?
Me duele saber que otro martes se acerca, otra vez extrañaré sus besos, sus caricias. Es el martes maldito que me quita su amor, para después devolverlo el miércoles. Casi como una pelea de niños tironeo con los martes, no quiero ceder, sin embargo, el martes siempre gana, aunque después, al día siguiente sea yo el afortunado. Martes, te advierto que llegará el día en que no me podrás separar de ella y ese martes conocerás el dolor, la tristeza, la desazón. Ese martes recuperaré la sonrisa y el martes será para mi como los otros, el mejor día de mi vida.

lunes, 1 de noviembre de 2010

33 mineros... otra visión

Todos conocemos la historia de los 33 mineros chilenos atrapados en las profundidades. Ahora yo quería mostrar el drama desde otro punto de vista que pocos han prestado atención.
Bien podría contar la historia de los 33 pero la voy a resumir a una sola, porque las otras 32 no difieren mucho de ésta.

La tarde del 5 de Agosto de 2010 no será facilmente olvidada por este trabajador de la minera (cuyo nombre es el siguiente un poco largo pero significativo: Hughe Profit No Risk Dont Care About Fucking Miners Who Work in Deadly Conditions Neither We Care About Contaminating Field Fuck The Planet Inc. , llamado Johnny, se encontraba jugando un partido de golf con un compañero de oficina, Mike, que se dedica a evaluar riesgos crediticios en los bancos de Shangai y Hong Kong.
Johnny recibe un llamado a una de sus 2 líneas de su Blackberry de ultimísmia generación. El modelo todavía no ha sido lanzado, pero un contacto que tiene en Canadá, en las oficinas centrales de Blackberry, donde la minera en la que Johnny trabaja es proveedora de oro y cobre para los circuitos del venerado elemento.
En fin, estábamos con el llamado entrante, en el driving de golf, en las afueras de Toronto, tarde soleada, clima fresco pero agradable. Suena el teléfono, Johnny interrumpe su golpe, estaba a escasos 3 mts. del hoyo, y cuando balanceaba su put (así se llama el palo que se utiliza para el golpe preciso, ese que le permite al jugador de golf coronar su seguidilla de golpes). Johnny tenía un sweater blanco, pantalones oscuros, prolijamente plancahdos, zapatos claros, con agudos y filosos tapones metálicos, brillantes, que le permiten un agarre perfecto a la verde grama que se extiende por todo el campo de golf, junto a él ,un caddie, quien lo ayuda a acarrear sus palos de golf, más allá un carro eléctrico, que les permite moverse entre los diferentes hoyos, en sus manos calzaba guantes de cuero de algún animal exótico que le permite tener el mejor grip del put.
Protesta al segundo timbre, cancela la ejecución del tiro que le permitía vencer a su rival. Atiende, parco... del otro lado su secretaria, le comunica que tiene una llamada importante.
La oficina de Johnny se encuentra en un alto edificio de la zona comercial y bancaria de Toronto, más precisamente en el piso 33 de la torre CN de Toronto. Con una vista impresionante de la ciudad. Imaginen el lujo, la sofisticación de las oficinas, de cientos de metros cuadrardos disponibles, muebles confortables, bebidas de la variedad que puedan imaginar, teléfonos de última generación, internet, videoconferencia. Luces regulables en colores e intensidad, los ascensores, de acero que cuidan la seguridad y vidrio para otorgar el mayor confort a sus ocupantes.
El llamado para Johnny era de la oficina de excavaciones de Sud America, Johnny tuvo que pensar unos largos segundos para entender quien le hablaba, una porción importante de su cerebro estaba ocupada con la fiesta de esta noche y como debía ir vestido, junto a su esposa, quien estaba comprando un collar de diamantes en una joyería céntrica para ir a la misma fiesta.
Al entender quien lo llamaba, quiso saber de que se trataba. El interlocutor le comenta que ha habido un derrumbe en una de las minas de Chile, San José.
Hubo un silencio, mezquino, chirrió con los dientes apretados. Luego soltó una pregunta: " Y... ¿ se podrá seguir operando mañana? ¿Que tan importante es el derrumbre?".
Le contestan : " Creemos que va a ser difícil... no tengo el detalle de los daños, pero tan pronto como tenga más información se lo haré saber".
Johnny responde : " Bien, gracias por el informe, pero asegúrese que no repercuta en los medios, sino se verán afectadas nuestras acciones, y yo quiero mantener este nivel beneficios."
Johnny presiona el boton rojo del celular dando por finalizada la conversación. Su oponente le consulta por el llamado, "¿está todo bien?", si, le responde Johnny.
Vuelve a concentrarse en la bola final, le pone el mayor foco posible, fija la vista en el hoyo, con un gesto casi imperceptible le dice a su caddy que saque la bandera del hoyo. Acomoda sus pies y balancea el tronco, dando pasos muy muy cortitos hasta ajustar la distancia, como persiguiendo a un bebé.
Lleva el palo levemente hacia atrás, golpea la pelota.
El recorrido de la pelota parece que va a terminar dentro del hoyo, pero no, en el último instante hace un moviemiento extraño y se desvía de su objetivo. La blanca bola queda estacionada a escasos 5 cms. del ajugero que la aguardaba...
El gesto de Johnny lo dice todo... ha sido un día desastroso, uno de los peores.