lunes, 6 de agosto de 2012

Soja u olivo

Vaya dilema que se plantea. La tan mentada soja, culpable de tantas discusiones, egoísmos expuestos, mezquindades, todos hablan de ella como la reina, algunos la tratan de yuyo maldito y otros de mentora de los grandes avances económicos argentinos. En fin, no es ese el tema que quiero tratar, quiero ir un poco más a la superficie. El planteo que quiero exponer es el siguiente: la soja trae resultados a corto plazo, siembro y a los pocos meses recojo el fruto (dólares), sin embargo en el caso del olivo, siembro y tengo que esperar 7 años (días más, días menos) para empezar a cosechar el verde fruto. Sin embargo una planta puede dar frutos durante 200 o 300 años. La soja... en cambio tengo que volver a plantar al siguiente ciclo.
Quizás la sabiduría de la paciencia tiene premio, y es ahí donde deberíamos refugiarnos, en la paciencia, en la serenidad de un campo de olivos, imagino (no conozco ninguno, pero se que voy a visitar alguno, pronto) que hay aves, no debe haber tanto agroquímico despilfarrado por ahí, más trabajo manual que mega máquinas cosechando día y noche, con la avidez de un compulsivo que busca saciar su necesidad. Es cierto, la soja tiene resultados yá, ahora. Pero castiga a los suelos. El olivo allí paciente, "eterno". Testigo mudo, nos  contará su verdad. Soy más fan (me gusta) del olivo que de la soja. Voto por la paciencia que por los arrebatos impulsivos adolecentes de la soja. Esa es mi imagen, cuando la racionalidad le comienza a ganar a los impulsos es que nos estamos poniendo mas viejos. Allí voy. Sin ser demasiado racional y conservando intacto los impulsos incontrolables de aquella adolecencia que se niega abandonarme, siento que disfruto mucho de una buena aceituna o buen aceite de oliva más que de una insulsa milanesa de soja. El dilema, olivo o soja. Paciencia. Ahi esta el secreto.

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