jueves, 2 de diciembre de 2010

El martes siempre gana.

Hay una canción que se llama "No me gustan los lunes" de Bob Geldorf, cuenta la historia de un niño que llevó un arma a la escuela y mata a varios de sus compañeros.
En el juicio el juez le pregunta: "¿Porque hiciste eso?" y el niño le responde "Porque no me gustan los lunes...".
A mi sin embargo no me gustan los martes, pero no tengo intención de hacer daño, de ningún tipo. Simplemente no me gustan, se ven tristes, grises, apagados.
Martes por la mañana, encuentro un abismo en la cama, un vacío, imposible de llenar, solo está su ropa de cama y las arrugas de las sábanas, testigos de una noche de amor. Pero ella no está. Se fue. Salió. Si es cierto, volverá mañana, miércoles, pero será otro día. El miércoles me devolverá lo que el martes me arrancó. El lunes me dice que mañana ella se irá, silenciosa. Abrirá la puerta y partirá, solo deberé conformarme con su voz en el teléfono o un mail que finaliza con un te amo.
Las horas del martes son mas largas que de cualquier otro día y mucho más que las de un fin de semana. Han pasado muchos martes, infinitos, demasiados, y ni aún así logré aprender a ser feliz sin ella. ¿Cuantos martes más tendré que sufrir?
Me duele saber que otro martes se acerca, otra vez extrañaré sus besos, sus caricias. Es el martes maldito que me quita su amor, para después devolverlo el miércoles. Casi como una pelea de niños tironeo con los martes, no quiero ceder, sin embargo, el martes siempre gana, aunque después, al día siguiente sea yo el afortunado. Martes, te advierto que llegará el día en que no me podrás separar de ella y ese martes conocerás el dolor, la tristeza, la desazón. Ese martes recuperaré la sonrisa y el martes será para mi como los otros, el mejor día de mi vida.

No hay comentarios.: